Antes de nada, una aclaración: las normas no son publicas. Tienen un coste, casi siempre elevado, y exigen que su uso sea exclusivo (no se pueden compartir con clientes, proveedores, etc.) En la siguiente imagen podemos ver el píe de página de una norma.

Además, las normas evolucionan y se renuevan. Al publicar una revisión existe un tiempo de coexistencia en la que ambas son validas, al finalizar ese periodo la antigua queda anulada (ha perdido su vigencia) y sí, hay que comprarla de nuevo.
AENOR ofrece en su web un buscador de normas, en la imagen se muestra parte de los resultados obtenidos.

La revisión de 2015 es la única vigente y tiene un coste de 95 euros (impuestos no incluidos)
Esta norma en concreto es la adopción española (UNE) de la europea (EN,
European Standards) que es una adopción de la internacional (ISO, International Organization for Standardization), 9001 es la referencia y 2015 (como ya vimos) es el año de la revisión.
El cumplimiento de una norma será obligatorio si lo exige la Administración o es parte de un compromiso (por ejemplo, se exige en el pliego de condiciones), en el resto de casos es voluntario.